Clasificación de los elementos.
Ordenados todos los elementos en orden creciente por sus pesos atómicos (peso del átomo de un elemento comparado con el del átomo de oxígeno), se observa que sus semejanzas en el comportamiento químico y propiedades físicas se repiten periódicamente, de modo que los elementos se pueden reunir en varios grupos. Todos los elementos situados en cualquiera de los grupos tienen marcadas semejanzas entre sí.
Metales Poseen un brillo característico, son buenos conductores del calor y la electricidad, ofrecen una elevada resistencia mecánica, gran plasticidad y se combinan con el oxígeno formando óxidos. Los metales se pueden dividir en dos grupos: el A y el B. El grupo A es considerado como el de los verdaderos metales y comprende los alcalíneos (litio, potasio, cesio, sodio y rubidio), los alcalíneos térreos (berilio, magnesio, calcio, estroncio y bario), los metales de transición (escandio, titanio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobalto, níquel, itrio, circonio, niobio, molibdeno, tecnecio, rubidio, radio, paladio, tántalo, wolframio, renio, osmio, iridio, platino, radio, actinio, torio, proactinio y uranio) y el grupo del cobre (cobre, plata y oro). Las características de estos metales son que su enlace es sólo metálico, es decir, no tienen otro tipo de enlace. Por eso sus características metálicas son más acentuadas que en los del grupo B. El grupo B está formado por aluminio, cinc, cadmio, mercurio, plomo, bismuto, silicio, galio, indio, germanio, estaño, arsénico, antimonio, selenio y teluro. Estos metales se caracterizan porque sus átomos no tienen un enlace exclusivamente metálico, pues en ellos intervienen enlaces homopolares.
Metaloides o no metales No poseen el brillo de los metales, son malos conductores de la electricidad y el calor y se combinan con el oxígeno dando anhídridos que, a su vez, reaccionan con el agua dando ácidos. Los más importantes son: boro, carbono, azufre, silicio, fósforo, oxígeno, nitrógeno y cloro. Gases nobles Son elementos químicamente inertes cuya aplicación más conocida es la iluminación mediante lámparas de conducción gaseosa. Son gases nobles: helio, neón, argón, xenón, radón y criptón.