
Estructura del átomo
Fundamentalmente, el átomo está constituido por una parte central llamada núcleo y una serie de partículas, denominadas electrones, cuyo número varía según los elementos y que giran alrededor del núcleo y poseen carga eléctrica negativa. A su vez, el núcleo consta de una serie de partículas unidas entre sí, llamadas nucleones, en las cuales podemos distinguir dos clases:
Los protones, de masa aproximadamente igual a 1,669 x 10-24 g, con carga eléctrica positiva, y neutrones, de masa algo superior e igual a 1,672 x 10-24 g eléctricamente neutros.
Recientemente se ha comprobado de manera experimental la existencia de otras partículas atómicas de menor importancia, a saber: positrón, neutrino, mesón o mesotrón y fotón.
El electrón es la menor porción de electricidad negativa que se conoce, y su carga es igual y de sentido contrario respecto de los protones, o sea, e = 1,602 x 10“19 culombios. Su diámetro es del orden de 2,82 x 10~13 cm y su masa es de 9,1085 x 1 O’28 g, es decir, unas 1.845 veces menor que la del protón.
Enlace de los elementos.
Normalmente los átomos se unen de cuatro maneras diferentes: Heteropolar (iónico)
Es la unión proveniente de dos átomos que se encuentran muy separados entre sí en la tabla periódica. Es un enlace que se produce con elementos de distinta polaridad. La unión está regida por el signo y por el número de su valencia. Esta valencia se origina al perder o ganar un electrón el átomo de un elemento químico. Por ejemplo, un átomo de sodio (Na), que es positivo, tiene una gran afinidad con el átomo de cloro (Cl), que es negativo, y cuya capa cortical tiene siete electrones. Una vez formado el anión C~ y el catión Na+, por cesión mutua del electrón, la atracción entre los dos iones produce el compuesto CINa, o conocido por sal.