Fases de la materia que se encuentra en la naturaleza.
Son diferentes estados de un mismo elemento, dependiendo de unos factores ajenos.
Sólido
La materia presenta un carácter discontinuo, desde el momento en que se halla constituida por partículas elementales, moléculas y átomos. Pero, cuando consideramos las características de una sustancia, no tenemos solamente en cuenta el comportamiento de los átomos aislados, sino también el del conjunto de todos los que intervienen en su formación. Según el estado físico de la materia, estas agrupaciones atómicas se nos manifiestan con distinto carácter. Así como, en el estado gaseoso y el líquido, los átomos de la materia están afectados de gran movilidad, lo cual les permite adaptarse a cualquier configuración externa que los contenga, en el estado sólido los átomos presentan cierta persistencia en sus posiciones, lo cual, aunque no significa rigidez, confiere a la materia cierto grado de indeformabilidad característico de este estado.
El estado sólido se divide en otros dos: el cristalino y el amorfo.
Al principio se consideró que la diferencia entre ambos estados quedaba establecida porque el primero, el cristalino, presentaba cierta regularidad externa que permitía la apreciación de planos y ángulos diedros en su configuración, dando origen a formas poliédricas más o menos complejas. El amorfo, por el contrario, manifiesta irregularidad en sus formas externas e independencia en sus propiedades respecto de las direcciones que se pudieran considerar. De la consideración de estos dos estados surgen los conceptos de anisotropía e isotropía.
El estado cristalino, por constituir una ordenación atómica, no manifestará un idéntico comportamiento ante agentes externos en cualquiera de las direcciones del cristal, que se denomina anisotropía. Por el contrario, el estado amorfo, con su arbitraria constitución característica, presentará idénticas propiedades en cualquier dirección del cuerpo que se considere; es, pues, isótropo. Estas diferencias entre los estados cristalino y amorfo dan lugar a que el paso de líquido a sólido se realice de forma progresiva o brusca, según veremos más adelante.
Líquido
En el estado líquido la cohesión es muy débil y, por tanto, las moléculas gozan de mayor libertad de movimiento, resbalando unas sobre otras. Esta es la causa de que la materia líquida tenga volumen propio pero no forma propia, siendo esta última la del recipiente que la contiene.
Gaseoso
El estado gaseoso es consecuencia de una de las transformaciones que sufre la materia debida a variaciones de la temperatura, la vaporización. Esta vaporización se designa con dos nombres: evaporación, cuando el paso de líquido a vapor se realiza exclusivamente en la superficie del líquido y a cualquier temperatura, y ebullición, cuando tiene lugar en toda la masa del líquido de manera tumultuosa, rápida y a temperatura constante.